Elisabet Zamorano Martínez


El Camino de Santiago


Hoy os quiero contar la importancia del deporte en mi vida. Como ya habéis estado leyendo han sido varias etapas de mi vida en las que ha sido importante practicar deporte, pues han sido las que me ha dado mi día a día y en las que he crecido como la persona que soy, me ha enseñado, me ha aportado muchas cosas buenas, malas también pero insignificantes al resultado que he conseguido.

Como sabéis he practicado varios deportes, gimnasia rítmica, natación, ciclismo, voleibol, senderismo y buceo, creo que no se me escapa nada. Es verdad que para muchos os parecerán pocos o suficientes, pero bueno yo creo que mientras pueda quiero probar a hacer y conocer nuevos deportes.

Durante estos últimos años, he estado un tanto cómoda con un deporte que se le dice (aunque para mí es algo que viene en mi naturaleza), el “senderismo”. Bueno, yo siempre lo he llamado hacer excursiones o sencillamente pasear por la montaña por donde el camino me lleve hasta que el cuerpo pueda. Con conciencia siempre, claro está, pero me encanta ver cómo el bosque me absorbe haciéndome sentir viva y llena, reconozco que cuando llevo un tiempo sin ir a la montaña se nota en mi estado, no me siento bien conmigo misma, necesito ir a la montaña a desconectar y limpiar mi mente.

Conocí un grupo que quería hacer el Camino de Santiago, pero el catalán, el Camino de Sant Jaume. Fue genial, porque conseguí hacerlo adaptando nuestro tiempo, que lo fuimos haciendo en fines de semana. Me gustó, llegué hasta Lleida y ahora querría continuarlo hasta Santiago, cuando encuentre un hueco. Empecé con mi perra Taky, pero es muy duro para ella, ya que son muchos kilómetros y ella no está acostumbrada. En este camino vivimos toda clase de experiencias, muy bonitas y también alguna durilla. Concretamente la primera fue muy productiva, sensacional, también fue duro, ya que fue el año que se inundó toda la zona de Figueres que ya os contaré, porque fue una aventura que todos vivimos juntos y, después de todo, nos unió como personas y me demostré una vez más de lo que puedo ser capaz si solo lo deseo con tantas ganas que lucho por lo que quiero.

A la vez en este tiempo tuve la suerte de hacer un bautismo de buceo, fue muy bonito e inspirador, ese día era el indicado, pues había buena mar y estaba el mar lleno de peces. Lo hice en Tossa de Mar, recomendable 100%. Me encantó.

Así me despido para poderos contar la próxima semana toda la aventura del Camino Sant Jaume de Santiago. Sé que hoy ha sido un breve post y que apenas os cuento mucho de esta aventura del camino, pero prometo la semana que viene poderos contar toda la aventura.

¡Un abrazo y cordial saludo!

Elisabet

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